El envejecimiento de las células dérmicas se traduce, inevitablemente, en una piel opaca, con pérdida de elasticidad, y en la aparición de arrugas. Las causas están en no protegerse de los rayos del sol, en la inadecuada alimentación, en los cambios hormonales ocasionados por el estrés, en el embarazo o la menopausia y en la pérdida de colágeno, el componente más abundante de la piel y de los huesos. La reducción de colágeno, producto del proceso normal de envejecimiento, aparte de afectar a la piel y las articulaciones, causa fatiga y dolor muscular, disminuye el rendimiento físico y puede contribuir al desarrollo de la osteoartritis.

Afortunadamente, la Crioterapia de Cuerpo Completo en Criosauna ha probado ser muy efectiva en combatir los signos visibles y no tan visibles de la edad.

La Crioterapia de Cuerpo Entero en Criosauna es un procedimiento que se basa en la aplicación de frío mediante vapores de nitrógeno seco, fluctuando en el Criosauna la temperatura ambiente entre los -110°C a -196°C (grados bajo cero), durante un máximo de 3 minutos por sesión. En el Criosauna, la persona se mantiene de pie, con la cabeza afuera, tiene completa movilidad y puede interactuar con la persona que supervisa el procedimiento. La temperatura central (interior) del cuerpo se mantiene inalterable. El frío ambiente en el Criosauna es, por supuesto, tolerable, porque es un frío seco.

Cuando el cuerpo se expone a temperaturas ambiente extremadamente bajas, los sensores de frío de la piel mandan información al cerebro, que entra en “estado de alerta”. Se anestesian los receptores sensitivos de la piel y las fibras nerviosas del dolor. El cuerpo activa mecanismos de supervivencia, para tratar de mantener el calor que tenía antes de entrar al Criosauna. Se producen contracciones musculares y vasoconstricción. A su vez, la vasoconstricción hace que disminuya el flujo sanguíneo y, por lo tanto, la cantidad de células inflamatorias que llegan a los músculos y a las distintas capas de la piel.

La reacción del organismo a ese frío ambiente estimula la producción y liberación de endorfinas, hormona de gran poder analgésico y antiinflamatorio y de testosterona, hormona que potencia la masa muscular. Esto ayuda en el tratamiento del lumbago (puro, articular y lumbociática) y de lesiones y dolores musculares y articulares. También se liberan hormonas del eje tiroideo (que aumentan el metabolismo) y hormonas del eje suprarrenal (como la adrenalina) que, entre otras cosas, producen dilatación bronquial y un estado de alerta cerebral. En definitiva, el cuerpo se reanima.

Al finalizar la sesión de Crioterapia de Cuerpo Completo y salir del Criosauna, el cuerpo reconoce una temperatura ambiente mucho más alta, que hace que se reviertan los mecanismos de protección contra el frío extremo: la musculatura se relaja y se produce una vasodilatación. Es el proceso natural de “contraste”. Aumente el flujo sanguíneo (en el que ahora predominan las células antiinflamatorias) hacia los músculos y a las distintas capas de la piel. La sangre altamente oxigenada llega a las áreas afectadas y ayuda al cuerpo a repararse y fortalecerse aumentando, al mismo tiempo, la sensación de bienestar y vitalidad.

La Crioterapia de Cuerpo Entero en Criosauna se utiliza hace ya más de treinta años en Japón y Europa. Los atletas europeos han abandonado sus tradicionales tinas con agua helada y hielo porque, aparte de ser tolerable, el Criosauna es una forma mucho más efectiva para la recuperación después de la actividad física, aparte que muchos también lo usan antes de la actividad, por el efecto que produce la endorfina y la adrenalina en el estado de ánimo.

Por cierto, no todos pueden hacer la Crioterapia de Cuerpo Completo en Criosauna. Hay contraindicaciones, las que se pueden ver en este mismo sitio (menú “crioterapia”, sub-menú “contraindicaciones”).

Piel Radiante

En el Criosauna, los vapores de nitrógeno seco cierran los poros, evitando que se pierdan los aceites importantes. Al mismo tiempo, los poros cerrados bloquean la acumulación de suciedad y las toxinas. La vasoconstricción y la producción de colágeno que provoca el frío ambiente fortalece los tejidos y afirma la piel, mejorando el tono y la apariencia.

Pérdida de Peso

Nada como una buena ráfaga de frío para acelerar el metabolismo y quemar calorías (de 500 a 800 en una sesión de máximo 3 minutos en Criosauna). Las bajas temperaturas también tienen un efecto único directamente sobre los tejidos grasos. Tenemos dos tipos de grasas; células de grasa blanca que retienen peso, se encuentran en las caderas, el vientre y los muslos; y células de grasa café, encargadas de regular la temperatura corporal. La exposición al frío quema las células de grasa blanca como combustible para obtener calor. También estimula las células de grasa café, lo que genera calor sin necesidad de actividad física y nos protege contra el deterioro en la apariencia y textura de la piel, la obesidad, la diabetes y varias otras enfermedades.